Los que tenemos más de dos o tres décadas podemos dar constancia de que esta frase nunca deja de ser vigente.
Ahora les quiero platicar de algo que estuvo presente en mi vida durante mucho mucho tiempo, y hoy, ha quedado obsoleto.
Allá a principios de los Noventa, yo era una niña que disfrutaba mucho ver sus películas Betamax.
Una y otra vez, rebobinando la cinta en la "regresadora" podía pasar horas y horas disfrutando la Ratoncita Valiente, las Aventuras de Pluto, la Bella Durmiente, Pie Pequeño en busca del Valle Encantado, etc, etc.
Una o dos veces por semana, podía agregar un poco de variedad a tan gastados cassettes con la visita al VideoClub. Aquel lugar de renta de videos donde, aun con un catalogo limitado, ofrecía una alternativa más para mi reproductora Beta.
Videocentro (y su hermano Videovisión) era la opción de Cadena Comercial donde tu podías rentar tus películas.
Generalmente rentaba las mismas opciones: Carlitos y Snoopy, Mazinger Z, los Ositos Cariñositos I y II, Dumbo, por mencionar algunas.
Como bien saben, poco a poco, se fue introducciendo el formato VHS en renta y venta. Recuerdo que con las primeras VHS era virtualmente imposible encontrarlas para renta, cosa que se revirtió totalmente con las Beta.
En mi caso personal, podríamos decir que solamente explote el Beta, cuando se impulso el VHS por varias razones ya no tuvimos el reproductor.
Pero el gusto por las películas continuaba, y de alguna u otra manera añoraba poder volver a rentar películas.
De manera intermitente estuve en contacto con reproductores VHS. No recuerdo bien quien tenía la suscripción al Videocentro, pero la que rentaba era yo. En cada oportunidad, rentaba en la sucursal que estaba a 3 cuadras de mi casa (o en ocasiones solamente iba a ver).
Y aquí empieza, después de esta larga introducción, mi relación con Blockbuster.
Allá por el año 1999, todavía teníamos MacroVideocentro, pero poco a poco fuimos notando la existencia de la competencia Azul-Amarillo porque tenían una mayor variedad de títulos, la mayor parte en DVD.
Cuando llegue a mi mayoría de edad, no me importaba sacar mi Credencial para Votar (lo se, cero patriota), no me importaba poder entrar a los antros y mucho menos ver películas para adultos, lo que me importaba era poder sacar mi Tarjeta de Socio en Blockbuster porque era más actual de Videocentro.
Pero, que caso tenía una tarjeta para rentar si no tenía reproductor???
Esto se los contare en la siguiente ocasión, he decido dividir esta publicación en dos partes ya que compartir las experiencias de una chica de provincia no es posible en una entrada corta.
Que recuerdos guardan de los viejos Videoclubs? no olviden dejar sus comentarios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario